Impávido quedé aquella ocasión en la cual estaba de vacaciones en Valdivia con mis amigos. Caminaba plácidamente por una avenida y me percato que Yuri, la cantante mexicana, realizaría una presentación en aquella ciudad. Sin embargo, el impacto fue tal cuando leí que esta “cuate cantante” cantaba a Dios. Oh my God! ¡Yuri es Evangélica!
Otra más que se arrepiente de sus “conductas pecaminosas” y trata de obviar y cancelar su historia subterránea, haciendo alabanzas y rituales de tipo teológico. Si yo tuviese que hacer algo por mi pecaminosa vida sería completamente en vano, ya que no habría Dios que resista y me acepte en el codiciado paraíso cristiano, el cual es pleno de caudillos militares y familias abc1. Mejor que no.
Aquello ocurrió hace 7 años atrás y desde ese momento que de Yuri no sé mucho. Creo que una vez pude verla intepretar, en un programa de televisión chilena, una canción tan deprimente y burda como aquellas de Paulina Rubio o Rebelde. ¿Qué pasó contigo Yuri?
En realidad es lo que suele suceder a quienes se fanatizan por determinado fundamento religioso de un día a otro. Retroceden a lo más primitivo. Como si no hubiesen sido socializados, perdiendo toda creatividad e imaginación para idear. En fin, es un tema bastante complejo de analizar y que desde mi perspectiva ateísta me torna un ser prejuicioso en lo absoluto.
Yuri es una cantante de Veracruz que se inició en la industria musical a principio de la década del 80. Competía firmemente con Daniela Romo, sin embargo ambas son bastante diferentes que no vale la pena analizar más este tópico. Sí es posible afirmar que Yuri simulaba ser la “Madonna Latina”, lo cual tuvo un muy buen resultado, ya que sus logros son sorprendentes. Sólo por mencionar uno, ha editado 30 discos en toda América, incluyendo Portugal y España. Resulta notable además mencionar que su tema “Este Amor ya no se Toca” de 1981, es considerada la canción ícono de la liberación homosexual en España, superando a Raffaella Carrá con sus rítmicas y melosas canciones.
No recuerdo mucho a Yuri en mi infancia. Al parecer la confundía o simplemente no me gustaba porque en esa época de mi vida era “fan” de Laura Branigan. Sin embargo, cuando comenzó a proliferar en nuestro país la corriente musical “Kitsch”, rescaté del baúl de mis recuerdos la música de esta “canuta cantante”.
Todo el mundo conoce los “clásicos ochenteros” de Yuri: “Primer Amor (1980), Maldita Primavera (1981), Este Amor ya no se Toca (1981), Yo te Amo, te Amo (1983), Karma Camaleón (1984), Dame un Beso (1985), Qué te Pasa? (1988) y Hombres al Borde de un Ataque de Celos (1988)”. Sin lugar a dudas ésta fue la mejor época de esta cantante y por lo cual será recordada. Fiesta Kitsch sin uno de estos temas no merece tal nombre. Yuri es a mi parecer la “Reina” de esta tendencia musical.
Además Yuri es actriz. Algo importante que mencionar para cualquier artista. No obstante, prefiero no describir esta faceta ya que simplemente “actúa como el forro” y nada se puede rescatar al respecto.
Su época de mayor magnificencia fueron sin lugar a dudas los años 80 (cuando tenía nariz de papa y era más plana que tabla de planchar); en los 90 decayó enormemente; y de esta década mejor ni hablar. Por este motivo la corono como “Reina Kitsch”, siempre presente en las fiestas de este tipo e imitada por los “transformistas chilensis”.
Pedir que Yuri vuelva a los 80 es imposible, sin embargo está canción nos remonta necesariamente: “Yo te Amo, te Amo” de su disco homónimo de 1983: