Simplemente los Argentinos y Argentinas son los más “avanzados” de América Latina. Llegaron a ser la quinta potencia económica mundial a finales de los años 70 y durante los años 80. Lamentablemente lideran hoy los primeros lugares en temas como pobreza y corrupción.
Recuerdo claramente los grandiosos logros argentinos en todos los ámbitos existentes. Adjunto a aquello su grotesca pedantería, la cual sin lugar a dudas proviene de nuestra “idiosincrasia chaquetera chilensis”.
Muchos y muchas cantantes se han destacado y serán recordados eternamente. Ninguno de ellos como nuestros vecinos argentinos. Debemos ser honestos y reconocer su superioridad, no en desmedro del talento musical chileno.
Media introducción para hablar de Pimpinela. En todo caso se lo merecen. ¿O no? Absolutamente creo yo. Muchas ideas para fundamentar una simple idea que me resulta muy arduo condensar.
Pimpinela es uno de los representantes musicales argentinos más populares de todo los tiempos. Lo digo sin temor a equivocarme. Aunque hayan hecho el gran ridículo cantando junto a Maradona, se perdona este desliz ya que ellos no tienen la culpa. Todos cometemos errores alguna vez.
Este dúo de hermanos de apellido Galán y de ascendencia cercana española inicia su carrera musical en 1981. Son conocidos musicalmente en toda Latinoamérica y en la Península Ibérica. Han creado 24 álbumes y han vendido más de 18 millones de copias. Han ganado más premios que la Xuxa!
Cuando escucho Pimpinela me vienen muchas remembranzas, pero la que me resulta más grata plasmar es que sus inicios musicales fueron sin dudas el empiece de la liberación femenina en cuanto a la vehemencia de criticar categóricamente el rol masculino en una relación de pareja.
Recordemos estos pasajes musicales:
“Y tú te crees, valiente... Porque pegas un grito y me haces callar delante de la gente, Valiente, y a la hora de amarte quieres escapar, Falso amante ardiente... Tú te sientes, valiente... Porque a tus amigos les cuentas historias que ni te las crees, Valiente, y te tiemblan las piernas cuando una mujer, Te pide lo que no tienes...” (Pimpinela. Valiente. Álbum Estaciones. 1987)
Con estas canciones no puedo evitar pensar en todas aquellas “mujeres ochenteras” que despabilaron ante la pacata deshonestidad masculina frente al compromiso siempre manifiesto femenino en una relación amatoria.
Adjunto a eso todas las discusiones, peleas, golpes y separaciones maritales producto de estas canciones en las cuales se evidencia notoria y notablemente un feminismo necesario y a la vez vulgar.
En todo caso, notorio es su legado ya que fueron simplemente los primeros en poner sobre el tapete de forma tan impetuosa y plena de eufemismos las vivencias entre hombre y mujer.
Recuerdo claramente los grandiosos logros argentinos en todos los ámbitos existentes. Adjunto a aquello su grotesca pedantería, la cual sin lugar a dudas proviene de nuestra “idiosincrasia chaquetera chilensis”.
Muchos y muchas cantantes se han destacado y serán recordados eternamente. Ninguno de ellos como nuestros vecinos argentinos. Debemos ser honestos y reconocer su superioridad, no en desmedro del talento musical chileno.
Media introducción para hablar de Pimpinela. En todo caso se lo merecen. ¿O no? Absolutamente creo yo. Muchas ideas para fundamentar una simple idea que me resulta muy arduo condensar.
Pimpinela es uno de los representantes musicales argentinos más populares de todo los tiempos. Lo digo sin temor a equivocarme. Aunque hayan hecho el gran ridículo cantando junto a Maradona, se perdona este desliz ya que ellos no tienen la culpa. Todos cometemos errores alguna vez.
Este dúo de hermanos de apellido Galán y de ascendencia cercana española inicia su carrera musical en 1981. Son conocidos musicalmente en toda Latinoamérica y en la Península Ibérica. Han creado 24 álbumes y han vendido más de 18 millones de copias. Han ganado más premios que la Xuxa!
Cuando escucho Pimpinela me vienen muchas remembranzas, pero la que me resulta más grata plasmar es que sus inicios musicales fueron sin dudas el empiece de la liberación femenina en cuanto a la vehemencia de criticar categóricamente el rol masculino en una relación de pareja.
Recordemos estos pasajes musicales:
“Y tú te crees, valiente... Porque pegas un grito y me haces callar delante de la gente, Valiente, y a la hora de amarte quieres escapar, Falso amante ardiente... Tú te sientes, valiente... Porque a tus amigos les cuentas historias que ni te las crees, Valiente, y te tiemblan las piernas cuando una mujer, Te pide lo que no tienes...” (Pimpinela. Valiente. Álbum Estaciones. 1987)
Con estas canciones no puedo evitar pensar en todas aquellas “mujeres ochenteras” que despabilaron ante la pacata deshonestidad masculina frente al compromiso siempre manifiesto femenino en una relación amatoria.
Adjunto a eso todas las discusiones, peleas, golpes y separaciones maritales producto de estas canciones en las cuales se evidencia notoria y notablemente un feminismo necesario y a la vez vulgar.
En todo caso, notorio es su legado ya que fueron simplemente los primeros en poner sobre el tapete de forma tan impetuosa y plena de eufemismos las vivencias entre hombre y mujer.
A quienes se emocionan y evocan sensaciones con los años 80, les presento a continuación un clásico de Pimpinela junto al vetusto Dyango, éxito que sin duda permanecerá en el consciente e inconsciente colectivo por mucho tiempo: “Ese Hombre”.