Mucha controversia causé con mi artículo “Pido un Favor Antes de Morir” publicado el lunes 23 de junio de 2008. Mi intención no fue generar preocupación en ustedes, sin embargo debo agradecer enormemente su inquietud y cariño recibido durante este último tiempo.
Como dice el título de este artículo, aún me quedan cosas por hacer. Éso es bastante certero y real, por lo que morir en este momento (independiente de la forma que sea) no viene al caso.
Comprendo a cabalidad su preocupación y reitero mis agradecimientos. Ya casi todo el mundo sabe de mi maldita y continua depresión, la cual aparece sin que la llame y me forja el ser más triste y melancólico del mundo. No tengo palabras que puedan explicar lo que me sucede. Es más, creo que todos los psiquiatras que me han tratado no han sabido entregar una opinión convincente. Simplemente me han encasillado en una patología mental y se han dedicado grotescamente a medicar mi cuerpo y alma.
Como mencionaba anteriormente, aún me quedan muchas cosas por hacer y no podría descansar eternamente en paz si no realizo por lo menos el 80% de ellas.
Menciono a continuación algunos sueños por cumplir, muchos de ellos superficiales y otros imposibles. Algunos de ellos utópicos y bastante humanos:
- Tener mi propia Fundación. Para trabajar con personas con Síndrome de Down, Adultos Mayores abandonados o personas enfermas de SIDA. Sería el Trabajador Social más feliz del mundo si llego a direccionar una institución de esta índole.
- Viajar a China, Siria, Grecia y Rumania. Todo con la finalidad de conocer
- Escribir un libro autobiográfico. Creo que la percepción que tengo del mundo ha generado un particular mundo de la vida cotidiana, lo cual es digno de ser recordado por generaciones. Me autopercibo tan diferente al resto que un caso como el mío se da una vez por siglo.
- Presenciar el fin de la pobreza. No más africanos, centroamericanos (incluyo el Caribe), sudamericanos y asiáticos en medio de la miseria y la hambruna. Ojalá logremos los niveles de felicidad y satisfacción de los países escandinavos.
- Poner fin a la hegemonía capitalista norteamericana en el mundo. Para que los bastardos estadounidenses nos dejen en paz y devuelvan todo lo que nos roban.
- Bailar como Tony Manero. O sea como el mismísimo John Travolta, el bailarín de “Fiebre de Sábado por
- Asistir a un concierto de Madonna. En primera fila eso sí para cantar cada una de sus canciones y demostrarle todo mi fanatismo acumulado por años y años. Gritarle eufóricamente: “Madonna, you are the Queen and the King of Pop!”
- Tener una entrevista cara a cara con Isabel Allende. Para abrazarla y agradecer sus bellas novelas. Para decirle lo hermosa que es y que la admiro demasiado. Para felicitarla por su romanticismo desmedido y por hacer que yo sea un romántico también.
- “Conchetumadrear” a George Bush. Por ser un asesino y ladrón.
- Escupir la tumba de Agusto Pinochet. También por ser un asesino y ladrón.
- Tocar el violín. Mi sueño frustrado. Cuando tuve uno en mis manos no fui capaz de generar sonido alguno. Mi idea es algún día interpretar “Somwhere Over the Rainbow” de la película el Mago de Oz (1939), junto a la inconfundible voz de Judy Garland.
- “Pichuliarme” a todos los presidentes de Chile. Aylwin, Frei, Lagos y Bachellet. Por chantas, corruptos, ladrones y “caras de raja”. Lo mismo haría si llega al poder algún candidato de Derecha.
- Ver una ballena en el mar. Es algo que me inquieta hace mucho y espero concretar pronto. Ver a estos reyes de los océanos nadar libres y sin temores es algo que sólo imaginarlo me emociona. ¡Japoneses de Mierda!
- Ser papá. Admito que siento el instinto paterno y que me emociono cada vez que veo un niño o niña. Me proyecto.
- Hallar la cura del SIDA. Aunque nunca me motivó la biología y menos las Ciencias Médicas, por lo menos realizar algún tipo de aporte. Por el momento abogo por la prevención.