El otro día una funcionaria me telefoneó para negociar ciertos servicios de su empresa. “¡Gracias señorita, pero ya tengo un cementerio en el cual me enterrarán!” respondí amablemente como de costumbre.
Luego pensaba de manera estoica lo sucedido. Nunca había reflexionado respecto de la muerte y sobre todo como me gustaría que fuese mi ceremonia fúnebre. Muchas ideas surgieron, pero la más cuerda es, sin lugar a dudas, tener una “despedida” acorde a mis convicciones ideológicas y formas de comprender y objetivar la vida.
Muchos y muchas saben que vengo de una familia militar, conservadora, católica y de clase media. Tales aspectos condicionan en cierto sentido mi conducta y de no ser de ese modo tenemos un conflicto seguro. Por ejemplo, mi padre es un seguidor incansable de Augusto Pinochet y católico de misa dominical; por el contrario, el personaje en cuestión me repugna y no temo ni me avergüenzo de dar a conocer mi condición de Ateo y criticar a las religiones en general. Saquen sus conclusiones.
Por este motivo les pido un favor antes de morir. Recuerden que la muerte llega en el momento menos esperado, por lo que acudo a cada uno o una de ustedes para que se cumpla mi voluntad en mi ceremonia fúnebre.
Numero a continuación algunos elementos orientadores al respecto:
- Mi descanso eterno. En el cementerio donde mi familia tiene un espacio y que por favor no me lleven a otro lugar que no sea Santiago de Chile. Me gusta la vida en esta ciudad.
- Ceremonia religiosa. ¡Por favor no! Nada de sacerdotes o coros evangélicos leyendo aburridos y tétricos textos bíblicos. Respeten mi condición de Ateo. Velen que mi tumba no tenga cruces, imágenes y epitafios religiosos.
- Decoración. Me encantaría que antes de ir definitivamente bajo tierra, alguien por primera vez me regale un girasol. Si se puede tener algún tipo de estatua, que no sean ni ángeles ni otro tipo de divinidades. En lo posible que fuese una bella estatua de un gato que vigile mi descanso.
- Discursos con contenidos encauzados a mis convicciones. Por ejemplo mi aberración a las Fuerzas Armadas, al Gobierno, a la violencia intrafamiliar, al maltrato animal, a la discriminación de género, al Catolicismo y a la enajenación televisiva. Que sea un discurso que contenga lineamientos generales relacionados con el respeto a la diversidad. Es la idea central.
- Dos canciones que deben estar presentes en mi funeral. Es crucial que lleven copias de las letras de estas canciones y su correspondiente traducción, ya que son en inglés. La idea es que cada asistente lea y comprenda lo que las canciones dicen.
La primera canción que debe sonar es una de Madonna que se denomina “Has to Be” y que no se encuentra en ningún disco ya que es un “non track album”, o sea una canción que se hizo y no fue incluida. Hubiese pertenecido al disco “Ray of Light” de 1998. Adoro esta canción, sobre todo el siguiente párrafo:
“I know there's someone out there
Waiting for me
There must be someone out there
There just has to be”
“Sé que hay alguien allá afuera
Esperando por mi
Debe haber alguien allá afuera
Sólo tiene que estar allá”
La segunda canción pertenece al grupo inglés New Order, con su tema denominado “Temptation” de 1984. Conocí esta canción en el año 1996, ya que fue integrada en la banda sonora de la película Trainspotting. Esta canción es bastante electrónica y alucino con el siguiente párrafo:
“Tonight I think I´ll walk alone,
I´ll find my soul as I go home”
“Esta noche creo que caminaré solo,
Hallaré mi alma cuando vaya a casa”
Suerte amigos y amigas. Mi familia estará disconforme con todo esto, pero sería el último favor que les solicito.