miércoles, 28 de noviembre de 2007

Antología Kitsch Nº 4: Miguel Bosé.

“!Si usted no hubiese prestado el poto a la Concertación de Partidos por la Democracia, le prometo haber asistido a su último concierto¡”.

Lo siento mucho, pero describe en parte mi enojo con Miguel Bosé. Menos aún tolero su último disco donde canta a dúo con Paulina Rubio: un verdadero y evidente bodrio musical.

Desde que este cantante español ha sido cómplice de Michelle Bachelet y de su séquito de mafiosos lo he eliminado de mis compras mensuales de música y los cd´s que poseo de él estarán vetados por un buen tiempo.

Sin embargo, cuando me preguntan por mis preferencias musicales, a parte de toda la verborrea que utilizo para explicar mi adicción a los años 70´s y 80´s, siempre respondo: “y en español me gusta mucho Miguel Bosé”. Luego de Mecano por supuesto.

No niego mi gusto por Miguel Bosé. Es uno de los pocos cantantes que considero completo o integral. Escribe sus canciones, dirige sus videos, sabe de música de forma exhaustiva y lo mejor de todo es que “canta de verdad”. Su voz es reconocible y bastante especial, llegando al punto de establecer un estilo vocal inimitable.

Bailo sus rítmicas canciones sin temor al ridículo y a la vez “hago pucheritos” con sus baladas. Me emocionan muchas de sus canciones porque en realidad las letras me identifican demasiado. Ciertas vivencias de Miguel Bosé son comunes a las mías. Por ejemplo:

cuentas los pasos, regresando a casa y prendes la televisión, te quedas dormido y cuando empieza el himno te vas a la cama te vas a soñar...mojas tu cara como cualquier día y te vas sin afeitar, te compras la prensa y notas que al mundo le ha cambiado el rostro para bien o mal...luna algo está sucediendo, estoy sintiendo que esta vez me están dejando solo, al menos solo como la noche”

(Muro. 11 Maneras de Ponerse un Sombrero. 1998)

¡Qué linda canción! Me gusta y mucho. Lo central es que con Miguel Bosé me percaté que hay cantantes que a la vez son poetas. Este cantante español lo es. En sus canciones trata temáticas como la soledad, la guerra, la belleza de la mujer, el amor no correspondido y la líbido masculina de tal forma que no cae en las “típicas frases cliché” de los característicos cantantes latinoamericanos. Él es muy ingenioso en ese sentido.

Miguel Bosé es un cantante español, nacido en Panamá, que ha pasado los 50 años de edad de forma envidiable, tanto en lo físico como en lo artístico. Dejemos lo físico de lado, ya que la cirugía plástica hace maravillas. No sé si es el caso de este cantante, pero al parecer nada se ha realizado facialmente. Es más, creo que su “ponchera estilo Homero Simpson” no le complica en lo absoluto. Contrariamente ya la hubiese “lipoaspirado”.

Tiene 14 álbumes desde 1975 hasta la fecha. Además hay que recordar que Miguel Bosé es bailarín, actor y director de obras de teatro, lo que acrecienta aún más su habilidad artística y creativa. Ha participado en películas de Pedro Almodóvar y de otros famosos directores de cine. En España, Francia e Italia se le respeta. Y bastante. Se lo merece.

De niño nunca gusté de Miguel Bosé. Es más, ni lo recuerdo. Comencé a escuchar su música a mediados de los años 90, cuando era un “adolescente liceano”. A esa edad me percato simplemente que no me apetecía la música en español, por lo que decido hacer un esfuerzo y revisar hacia atrás algún indicio musical en este idioma. La verdad es que sólo recordaba a Daniela Romo, Soda Stereo y al “cuate Luis Miguel”.

Ante tal situación, recuerdo haber estado en primero medio cuando escuché un tema de Miguel Bosé que me dejó boquiabierto: “Nada Particular”. “Hacía unos pucheritos impresionantes”. Incluso aún. El tema me “dio en el clavo” porque trata de la guerra en la ex Yugoslavia.

Desde ese momento respeto a Miguel Bosé. Es muy humano y percibo en él una imperiosa necesidad de hallar la bondad de las personas. Al igual que yo es un idealista y con pensamientos bastante definidos al respecto.

A partir de esa fecha me sucede algo bastante exclusivo con este cantante. Si bien comienzo a fanatizarme con los discos que lanzaba, a la vez rescato sus canciones de los años 70 y 80, de las cuales simplemente me vuelvo incondicional.

Miguel Bosé tiene público de todas las edades, clases sociales y orientaciones sexuales. Así lo comprobé cuando fui a su “Concierto Girados” junto a la gran Ana Torroja. A mi parecer, el mejor concierto al que he asistido en mi corta existencia.

¡Por favor Miguel Bosé, no seas tan “amarillento y deja de “prestarle el poto a este inmundo gobierno”! Deseo enérgicamente escuchar tus canciones sin temor a sentirme culpable. Hace mucho tiempo que no escucho este tema “Creo en Ti” del álbum “Chicas!” de 1979. Háganlo ustedes por favor!!!:

viernes, 16 de noviembre de 2007

Antología Kitsch Nº 3: Luis Miguel Y Lucerito.

Siempre me ha cargado Luis Miguel. Simplemente no tolero su impertinente jactancia de autopercibirse como “macho hermoso” e irresistible para las féminas. Menos tolero a sus “fans”, quienes son capaces hasta de “colgarse de sus pezones” por verlo y apreciar sus dotes.

Desde pequeño que conozco a Luis Miguel. Y bastante. Como para desecharlo instantáneamente a penas lo escucho, ya que distingo a la brevedad sus apariciones sonoras. Mi hermana mayor era una acérrima fanática. Pertenecía a un “club de señoritas” que seguían los encantos de este singular cantante. Recortaba sus fotografías del periódico y gritaba como si le “pusieran sal en una herida” ante sus actuaciones en el Festival de Viña del Mar.

Sin embargo, este “cuate cantante” no me quita el sueño. Simplemente lo considero como un paciente psiquiátrico con un grave cuadro de egocentrismo. De igual forma concibo a Maradona, Robbie Williams, Morrisey, al esquizoide Bonvallet y al proxeneta Kike Morandé. El único rescatable sin lugar a dudas es Morrisey. Canta bien y me gustan sus temas. Debo reconocerlo.

Y de Lucerito o Lucero que puedo decir. Me arrodillo y quito el sombrero ante su inconmensurable lindeza. Es una bella persona por donde se le mire. Físicamente creo que es la mujer más hermosa que he podido apreciar (junto a Sophia Loren). Ella es una “carita de ángel”, aunque no crea en la existencia de estos míticos seres. De existir, creo sin temor a equivocarme que Lucero es uno.

Me encanta su simpatía. Irradia alegría cuando se le ve. Siempre con una sonrisa de oreja a oreja que potencia aún más su armónica totalidad. Curvilínea y “rellenita”. Femenina y muy distinguida.

Sin embargo hay algo en ella que me interesa mucho más que lo mencionado anteriormente. Lucero es una persona extremadamente solidaria. En México la admiran por esta cualidad. Organizó la Teletón en su país y hasta hoy sigue aportando con mucho ímpetu en este proyecto fraterno. Ella es la equivalente a Don Francisco, aunque no creo que ella “saque partido” de este evento solidario como nuestro “Querido Mario”.

Si retrocedemos 22 años atrás y hacemos una intersección entre Lucerito y Luis Miguel, tenemos como producto una popular y exitosa película para adolescentes: “Fiebre de Amor”. Lucerito, una enardecida fan, sueña con Luis Miguel y pretende que él corresponda su amor. Suceden muchos eventos que potencian su relación amorosa y al final ella se queda junto a él. ¡Qué predecible y fome historia!

A pesar de esto, todo el mundo conoce esta película. En realidad marcó una generación impresionante de chilenos y chilenas. A quién le he preguntado si conocen esta película me responden afirmativamente. Yo la recuerdo perfectamente. Incluso que mi hermana imitaba a Lucerito.

Ahora que admito mi patológica y vehemente adhesión a la “Tendencia Kitsch”, creo que este tema me ha traído más de algún bonito recuerdo de infancia. No el recuerdo de la felicidad propia, sino la de otros y otras. Los recuerdos de apreciar a mi hermana cantando es algo que me alegra en demasía. Ahora es otra. Con el pasar de los años la gente torna a ser infeliz y algo amargada. Lo he planteado anteriormente. Intento día a día no caer en ese nocivo proceso. Me ha dado resultado en parte.

La banda sonora de esta película obviamente contiene sólo canciones de Luis Miguel, destacándose “Los Muchachos de Hoy y Por Ti”. Lucerito tuvo una mínima aparición. Sin embargo, el gran éxito fue el dúo formado por estos “chiquillos”, cuyo resultado fue esta romántica y nostálgica canción: “Todo el Amor del Mundo”.

El video es un simple extracto de la película, la cual se desarrolla en un “topísimo” hotel ABC1 de Acapulco. En este video vemos a Luis Miguel en sus inicios: un niño-niña casi desnutrido, corte de pelo a lo He-Man y boca protuberante. Lucerito con su pelo larguísimo y algo cadavérica. En fin.

Amigos y amigas, a continuación los dejo con esta gran canción Kitsch, que seguro es himno para los amantes de esta tendencia musical. Reconozco que es un muy buen tema y que lo adquiría para mi colección de música, pero debo ser consecuente: Luis Miguel me desagrada. Y mucho.

Mi Gran Secreto: Les Presento a Mi Hermano Gemelo. La Historia Jamás Contada. Primera Parte: “Génesis de un Nicho Pleno de Diferencias Extremas”.



Nota: Esta es una historia completamente ficticia. Surge producto de mi atrofiado pensamiento. Sin embargo, algo de verídico hay en ella.

Ustedes son las primeras personas en saberlo. Es algo que he mantenido en secreto por mucho tiempo. También forma parte de mi vida y en cierto sentido determina lo que soy y puede esperarse de mi.

Les presento a mi hermano gemelo. Su nombre es Calixto Jeremías. Es un Monje Anacoreta que actualmente forma parte de la Orden de San Jerónimo en una desconocida llanura desierta en las fronteras entre España y Francia.

Nuestro parecido físico es impresionante. Ambos somos morenos, 1 metro y 74 centímetros de altura, 66 kilogramos, cuerpo proporcionado, un poco delgados, las mismas ojeras arabescas, color de pelo castaño oscuro y ondulado, ojos marrones oscuros, manos grandes, cara cuadrada, mentón y pómulos definidos, nariz algo puerca, cejas semi-pronunciadas, sin rasgos evidentes de alopecia y labios bien formados y gruesos (envidia de mucha gente).

Sin embargo, nuestros perfiles psicológicos son extremadamente disímiles. Luego los detallaré.

Nuestra historia no es tan diferente a las transmitidas por las patéticas teleseries mexicanas o venezolanas. Nuestra historia es simple y predecible. No por eso menos importante.

Un día 24 de diciembre de 1977, en un hospital rural de Peñaflor, atendido por las Hermanas de la Perpetua Indulgencia, sin mayor conocimiento mi madre dio a luz a dos hermosas criaturas a las 23.35 horas.

Por órdenes de la Madre Superiora del Convento Margaret Tatcher, se sugiere el arrebato de uno de los recién nacidos. Ella había recibido el mandato de la Orden Sectaria Opus Dai con sede en Roma. A su vez, esta rama del Catolicismo Fundamentalista recibía órdenes cabales desde el F.B.I.

Pero esta cadena de mandatos no finaliza aquí. El F.B.I recibía órdenes de Richard Nixon, quien ya había dado ciertos consejos y ayudas varias a Augusto Pinochet. Éste último personaje se transformaría en el personaje más despreciado por uno de los protagonistas de esta historia.

Augusto Pinochet había soñado que nacerían en Chile dos criaturas extremadamente críticas, disonantes, antisistémicas, pseudos comunistas y anarquistas. Eran evidentemente una amenaza para su mandato. Da entonces la orden de eliminar a todos los gemelos nacidos en el mes de diciembre en el país.

Ante esta orden, quienes tienen conocimiento del nacimiento de estas dos criaturas tomaron la opción de arrebatar una de ellas. De este modo no habría evidencia de un doble parto.

Los y las funcionarias de hospital, frente a la ternura y belleza de los recién nacidos, se niegan rotundamente a la eliminación de uno de ellos. Deciden acérrimamente separarlos de por vida.

En Peñaflor mi madre jamás se percata del robo de mi hermano gemelo, quien fue expuesto desde ese entonces a la socialización católica en un Monasterio de los Monjes Cartujos Contemplativos de San Bruno en Charteuse de Sélignac, Francia.

Calixto Jeremías fue un niño bastante tranquilo y obediente. A los 4 años de edad ya leía y se entretenía descubriendo los pasajes bíblicos. Su pasatiempo favorito era memorizar los Salmos y pulir las campanas del monasterio. Para él vivir en este mundo era una bendición y siempre relacionaba todo con la divinidad mayor.

Juan Carlos era lo contrario. Si bien leía desde los 4 años, fue lejos el niño más hiperkinético de la familia. Simplemente no acataba órdenes ya que desde su incipiente anarquía percibía que el mundo era una escoria. ¡Sin Dios y sin ley! ¡Sin Viejito Pascuero y sin regalos!

Como pueden apreciar Calixto Jeremías es muy católico y apegado a esta doctrina. Juan Carlos es completamente Ateo. Uno ríe fácilmente, él otro no. Uno disfruta del pan de cebada, el otro de la cebada transformada en cerveza.

Ahora que se han enterado de esta premisa mía, narraré en la próxima publicación más detalles.

Halloween a la Chilena. Una Consecuencia Muy Desfavorable de la Globalización.


“Ensalada a la Chilena”: Tomate con cebolla. Apetecible. Digno de tener en una mesa para el almuerzo familiar. Nutritivo y poco calórico. Plato usual en nuestro país.

“Halloween a la Chilena”: Idiosincrasia Chilena con Idiosincrasia Estadounidense. Repugnante. Una inmerecida “fiestecilla gringa” proveniente de nuestra avasalladora amiga ”Globalización”. Cada día más común en nuestro país.

Les presento a la “Globalización”. Ella es la causante de muchas y nefastas consecuencias en nuestro país y en el mundo en general. Tiene un matiz meramente económico: la expansión a ultranza del Modelo Capitalista en todo el mundo. Sin embargo, para comprender mejor estas ideas debemos recurrir brevemente a los orígenes de este sistema.

El Capitalismo como sistema económico no apareció hasta el siglo XIII en Europa, sustituyendo al Feudalismo. Este proceso se potencia y acentúa aún más por las Cruzadas, el “Descubrimiento de América” y con la Revolución Industrial. El Capitalismo luego se extiende sigilosamente a lo que se denominará Estados Unidos. También a Japón y a Corea del Sur por citar casos asiáticos.

Esta expansión económica a la vez viene de la mano con otras “leseras nocivas” para nuestro país. Con lo económico se expande además lo psicosocial y cultural, instalándose al igual que una vil garrapata en la oreja de un can. Es decir incorporamos su economía y a la vez otros aspectos psicosociales y culturales, dañando colosalmente lo nuestro, nuestra esencia, nuestra identidad.

Por citar sólo algunos ejemplos, se expande el idioma inglés y ahora el japonés; tratamos de identificarnos con la cotidianeidad de las seriales norteamericanas como “Sex and the City” o “Friends”; incorporamos en nuestro menú el “Sushi”; todas las niñas y niños-niñas quieren ser como la escasa de talento Britney Spears; la impresión y adicción a la película “Matrix”; la moda de Versace y el Hockey como deporte.

Estos ejemplos no serían tales si no fuese por los medios de comunicación, especialmente la prensa escrita, la televisión y la publicidad que vemos en las principales avenidas y calles del país.

¿No sería mejor potenciar el Mapudungún; los porotos con mote y merquén; iniciar a los niños con Violeta Parra; emocionarse con Machuca o defender la tesis que el origen del Hockey es la Chueca?

¡Maldito Halloween! Resulta que ahora estoy en la obligación de regalar dulces a los niños y niñas que viven en mi sector. ¡Ni muerto!

En una ocasión, hace 2 años atrás para ser más exacto, pegué en el frontis de mi casa y ante la negativa de mi madre, un letrero que decía lo siguiente: “Fuera Bush, Fuera Imperialismo, Fuera Estados Unidos, Fuera Halloween”. Mientras tanto yo me escondí tras el portón de mi casa para observar y escuchar la reacción de los niños y niñas que pedían dulces.

Los y las infantes no comprendían lo que significaban mis escritos y sólo les quedaba claro que en mi casa no daríamos dulces. Luego de media hora pasó un niño más grande y lanzó una piedra al portón. Era de esperar que suceda esta situación ya que este niño probablemente debió ser pariente de algún vecino fascista.