Dedicado con mucho cariño a mi Prima Pauly.
Son las 12.15 horas de la noche y nos encontramos en la fila para entrar a Blondie Discotheque. Es el "Cumpleaños de Madonna". Me acompaña mi prima Pauly. La percibo ansiosa al igual que yo. Algo ebrios luego de haber bebido apresuradamente unas cervezas. Motivados sólo porque adentro nos esperan precios extremadamente caros para lograr un alto nivel etílico y evadir más la “puta realidad”.
Muy bien vestidos. Con nuestros mejores atuendos. De color negro y gris. Visto una polera que dice: “FUCK BUSH”. Algo perfumados. Sin más intención que bailar, reírse, disfrutar de la música y dejarse llevar por los ofrecimientos publicitarios de este evento:
"Happy Birthday Madonna. Por Primera vez en Chile la Fiesta Tributo Oficial de Madonna en el Mundo, realizada en Berlín, Londres, Tokio, Nueva York, Barcelona y Ahora Santiago." (publicidad discotheque blondie.2007)
Ante tal ofrecimiento, y conciente de mis derechos de consumidor, accedo a adquirir muy anticipadamente mi entrada para adherirme a este “subterráneo evento”. “Joven precavido vale por dos”. Ha sucedido en varias ocasiones que me fío de un fluido acceso a cualquier tipo de evento y no resulta de tal modo. En todo caso, admito en mi un mínimo y controlable “componente ansioso, maníaco y obsesivo” por asegurar mi presencia.
Tengo la certeza absoluta que en este momento te encontrarás con las más impresionante y particular fauna de personajes que emergen a partir del fanatismo incondicional por Madonna. Me incluyo, aunque no me disfrace de Novia (Like A Virgin), Vaquero (Don´t Tell Me), que lleve cruces de aros o guantes sin dedos (Madonna de los años 80´s) ni menos un cinturón que diga “BOY-TOY”.
Con mi polera “FUCK BUSH” acaparo la acuciosa y penetrante mirada de los y las presentes. Algunos comentan o no se inmutan. Otros simplemente ni saben quien es “BUSH”. Ni pensar que sepan que significa “FUCK”. No todos tienen la misma capacidad de uso de sus neuronas. Seamos honestos, si es que las tienen.
Una vez en la pista de baile, la cual no pisaba por lo menos hace un año y medio, comienza mi gran decepción. La gente, la música, tu espacio mínimo para bailar y el show se caracterizan por su notoria decadencia. Me percato instantáneamente que todo es un vil fraude.
“¡Ya van a poner Madonna!” comento a mi prima, quien se ve algo alicaída y por qué no decirlo aburrida y cansada. “Ya estamos acá y hemos esperado mucho por esto, así que debo ser paciente y aguardar por lo que vinimos”. Es lo que converso internamente conmigo mismo. Trato de darme ánimos.
Sin embargo la angustia me invade y se apodera completamente de mi. Han transcurrido por lo menos 2 horas y la fiesta es un verdadero fiasco. “¿Qué han hecho contigo Blondie?; ¡Discotheque de mi juventud; espacio para quienes disonamos con la música actual; con la música basura; espacio para quienes distinguimos dentro de la música pop lo que es bueno y malo; espacio único de esparcimiento!”.
Procedo ahora a analizar algunos aspectos que motivan y a la vez instan a describir este superfluo y pasajero momento de mi existencia. Mi asistencia a esta fiesta. Mi enojo. Sin gran trascendencia en lo absoluto, pero en fin necesario para descargar energías:
- Público Asistente. Niños, niñas, niños-niñas y niñas-niños equivalentes a lo que se denomina “Chicos o Chicas Pokemon”. Todos y todas con el mismo estilo de vestimenta y similar corte de pelo. Semejantes a “Raquelita” la hija de “Raquel Argandoña”.
Mi prima comenta “no somos los más jóvenes”. Yo le respondo: “ya somos viejos y deberíamos estar en otro lugar más acorde”. La gente que solíamos ver hace unos 5 u 8 años atrás ha desaparecido.
Recuerdos y más recuerdos. Se viene a mi memoria aquellas fiestas cumpleaños de Madonna en la cual el público oscilaba entre los 25 y 35 años de edad. Gente menos complicada y más respetuosa. Se deleitaban cuando escuchaban “Into the Groove o Dress You Up”, notándose en ellos la emoción ante la nostalgia. Se disculpaban ante cualquier imprudencia y no generaban desórdenes o tratos violentos hacia los demás.
“Los Pendejos de mierda de ahora te agarran el poto y ni se inmutan”. Refugiados en su condición de semi ABC1 y por ende con libertad de hacer lo que les plazca.
- Música. Acorde al tipo de público. Las escorias musicales que listo en el lado izquierdo de este Blog: Britney Spears, Spice Girls, Geri Halliwell, Beyonce, Black Eyes Peas y demás mierda musical.
¡Atención! Muchos y muchas me han criticado injustamente porque argumentan que Madonna es de la “misma onda” de las escorias musicales que menciono. Probablemente lo sea, sin embargo dentro de la “mierda musical” es la que tiene mejor sabor y aroma.
- Show. Sin lugar a dudas fue lo más decadente de la noche. Un montaje tan rasca que incluso mis “etílicas performances adolescentes de Madonna” son un diamante al lado de una perla plástica china. Es cuestión de preguntarle a quienes han presenciado estas actuaciones. Eso sí nada de pelucas ni maquillaje.
Sin lugar a dudas fue lo más trágico de la noche. Una verdadera falta de respeto tanto para la “cumpleañera” como para sus “fans” asistentes. ¡Qué pena más grande! Se extraña enormemente a los transformistas que producían en los fans una experiencia casi orgásmica.
Una vez, una Fiesta Cumpleaños de Madonna se convirtió en una real y verdadera presentación en vivo. Yo juraba que estaba en el “Drowned World Tour” del año 2001. Era lo más cercano a Madonna que vivenciaba. Me sentí incluso feliz por unos cuantos minutos. Era emocionante. Lo que vi en esta ocasión. Una burla. Mejor ni comentar. Baja calidad y nada nuevo.
“¡Me voy a sentar un ratito!” Me dice mi prima, a quien realmente noto su cansancio y aburrimiento. Hablo conmigo mismo “¡Si me siento un memento no me paro más y me duermo!”.
Decido seguir bailando. Ahogado y agobiado por el escaso oxígeno, mi condición de agrava al ver a mi prima durmiendo y al escuchar una canción de Christina Aguilera. “¡Vámosnos, ya no aguanto más! Ya!” responde mi prima sin vacilar. Son las 04.40 de la madrugada.
Al día siguiente, hacemos los correspondientes comentarios con mi prima, luego de un sueño poco reparador. ¡Todo mal! En resumen.
Sin embargo, esta experiencia me ha dejado grandes enseñanzas que creo que ayudarán a mejorar mi convivencia con los demás e incluso conmigo mismo:
- Tolerancia. Si no me gusta ese tipo de ambiente y me produce malestar, lo mejor por hacer es en sencillos términos no asistir más. “¡Adiós Blondie Discoteqhe!”
- No siempre lo que gusta a uno debe gustar a los demás. ¿Cuándo encontraré algo que guste?
- Ya no soy niño cronológico por lo que debo buscar ambientes acordes a mis comodidades e intereses. Preferir el “carrete hogareño”. No por eso de menor perfil y calidad.
Finalmente es necesario e impetuoso mencionar que he sido víctima de un fraude, o sea una vez más la publicidad engañosa ha solidificado su práctica. Me pregunto:
¿Y la Gran Fiesta Tributo Oficial de Madonna en el Mundo, realizada en Berlín, Londres, Tokio, Nueva York, Barcelona dónde está?
